Y cómo no habré empezado antes

Tu cerebro está programado para mantenerte a salvo

Copia de Publicaciones GMB 25 1

Porque tu cerebro te estaba “protegiendo”.

Cuando las personas realizamos cambios en nuestro estilo de vida y nos empezamos a sentir mejor (tanto física como mentalmente), nos solemos preguntar: ¿y cómo no habré empezado esto antes?

Para entender la respuesta a esta pregunta, debemos tener en cuenta un pequeño detalle: 

Tu cerebro está programado para mantenerte a salvo. 

En otras palabras, a tu cerebro NO LE IMPORTA qué es lo que quieres conseguir en la vida; tan solo busca tu supervivencia para que puedas transmitir tus genes. El resto, le da exactamente lo mismo. 

Por ello, cuando tengas la tentativa de salirte de lo conocido, te recordará todos los obstáculos (es más, te los describirá de forma exagerada) que te vas a encontrar para que acabes tirando por la procrastinación y te mantengas en el rumbo establecido.

¿Por qué no te acercas a es@ chic@ mon@ del metro?

“Pues porque no quiero parecer un@ put@ rarit@”

No te lo crees ni tú. 

Tú (al igual que el resto de los seres humanos) temes el RECHAZO.

“¿Por qué estoy tan seguro?”

Porque tu cerebro sigue pensando que vives en la prehistoria (el periodo de tiempo donde más tiempo hemos pasado). 

Pues bien, en esa época, los seres humanos no vivíamos en ciudades con wifi, vivíamos en pequeñas tribus. En estas condiciones, el rechazo significaba quedarse SOLO. 

¿Alguna vez has intentado cazar un mamut tú solo? Suena fácil, ¿verdad? 

Por tanto, nuestro cerebro tiene interiorizado que rechazo = aumentar las posibilidades de morir. 

¡Recuerda! Tu cerebro quiere mantenerte viv@ a toda costa.

Por todo eso es tan importante que DESCUARTICES tus objetivos en trocitos pequeños.

EJEMPLO PRÁCTICO.

Pongamos que un niño tiene miedo de un gato porque este le ha arañado. Está claro que el niño tenderá a evitar al gato y probablemente llore solo con verlo. 

Por tanto, no puedes pretender que se acerque al gato de una y sean colegas. Ahora bien, si le coges de la manita y de manera PAULATINA le vas acercando al gatito y va viendo que no pasa nada, ahí es cuando se dará cuenta de que sus miedos eran infundados. 

Por el contrario, si le acercas de golpe y el gato vuelve a atacarle, es probable que el chaval acabe traumatizado toda su vida.

Sucede algo similar cuando tras 35 años de sedentarismo, decides hacer 5 horas de “full-cardio-blaster-3000”. 

El dolor que sentirás el día siguiente sólo ratificará tu teoría de que hacer ejercicio te revienta el alma. ¡Nos ha jodido! ¿Y quién no pensaría lo mismo después de realizar semejante tontería?

Conclusión, la paciencia y la perseverancia siguen siendo los dos suplementos milagrosos que no se pueden adquirir en farmacias.