Voy al gym y no veo resultados

Vamos a ver, antes de ponerte a soltar pestes sobre tu metabolismo o sobre tu genética, reflexiona. 

Háztelo mirar. Recapacita y piensa si estás cayendo en algunos de las siguientes trampas autosaboteadoras.

¿Te pones como un ceporro después de ir al gym? Voy a decirte algo que probablemente te haga tener pesadillas por la noche… pero es una cosa que tienes que meterte en la cabeza. 

En tus sesiones de gym (si, incluso en las que vas a tope de power) quemas muy pocas calorías (muchas menos de las que piensas). 

Probablemente ronden las 250. 

¿Qué quiere decir esto? Pues que si no controlas lo que comes a lo largo del día, será muy difícil que veas algún tipo de resultado (quizás te vendría bien alguien que te echara una mano con eso…) 

¿Estás entrenando como hay que entrenar o sigues anclado en la mentalidad de “cardio a muerte para perder grasa”? 

NECESITAS trabajar fuerza. 

NECESITAS ir subiendo progresivamente de peso. 

Por el amor de la virgensita de guadalupe, pide al monitor que te haga una tabla de fuerza con ejercicios multiarticulares (peso muerto, sentadilla, press de banca…). 

Ah si, una cosa más! Para “tonificar”, no hace falta hacer 60 repeticiones. Así que ya te puedes ir olvidando de las pesas rosas.

El objetivo de ir al gym no es abrir una tertulia de la champions, ni recorrerte todo tu instagram, ni mirarle el culo al buenorr@ de turno. 

Tú vas al gym a ENTRENAR. 

Si además de eso, encima consigues el número de alguien interesante, pues ole tus ovarios/testículos; pero tu vas al gym principalmente a hacer tu rutina de ejercicios. Que te conozco pillín.