Elige tu sufrimiento
Javier Miguel Hernández

Es muy complicado. De verdad que sí.
Empezar a moverte tras un largo periodo de inactividad es una tarea tremendamente ardua.
Más aún cuando tienes una familia de la cual te tienes que ocupar y cuando tienes más de 40 tacos a tus espaldas.
Realmente no tengo ni idea de lo difícil que tiene que ser sacar un hueco para moverse en estas condiciones… Seguro que requiere de una fuerza de voluntad extraordinaria.
Seguro que al principio será tan incómodo, que lo percibirás como un sufrimiento. Sí, es un sufrimiento que tú eliges de manera voluntaria, pero sigue siendo sufrimiento.
Ahora bien, si decides no elegir este sufrimiento (y, por tanto, sigues sin moverte), escogerás otro:
- El sufrimiento de no poder jugar con tus hijos/nietos
- El sufrimiento de no llevar a tu hij@ al altar
- El sufrimiento de no estar cómod@ con tu cuerpo para salir ahí fuera y empezar a conocer a otras personas
- El sufrimiento proveniente del dolor de tus articulaciones de manera regular
- El sufrimiento de saber que tienes más posibilidades de padecer un infarto (entre otras cosas chungas)…
Si bien es cierto que al principio te costará (mucho) empezar a moverte, por lo menos elige alguna actividad que te guste: zumba, bailar, yoga, spinning, andar…
Cualquier actividad que implique algo de movimiento es una buena opción.
Es más, tampoco tienes que renunciar a tu momento de Facebook / Netflix. Tan solo tienes que poner la bici estática (esa cosa que usas a modo de perchero) en frente de alguna pantalla.
Mi experiencia en consulta me dice que la gente no cambia hasta que el dolor de mantener su conducta actual es mayor que el dolor de cambiar.
Así que recuerda, todo suma.
Cualquier paso hacia delante, por insignificante que te pueda parecer, sigue siendo un paso hacia delante.